Friday, November 14, 2008

MARKETING

¿Gastar o no? Paradoja del consumo
Por: Tomás Correa, MSc en Marketing

Una supuesta verdad, ingenuamente asumida y bastante común en los negocios tiene que ver con una característica intrínseca de las personas y cómo actúan en un ambiente comercial. Las personas son racionales y tratan de maximizar sus ingresos pero son irracionales cuando lo gastan. Se dice que el hombre es el animal racional. ¿Quién tiene la razón?

Las empresas se suponen que son racionales, funcionan de acuerdo a parámetros económicos, buscan rentabilidad y eficiencia productiva. Los consumidores son irracionales, ya que gastan en cosas innecesarias o más de lo que tienen. Paralelamente los gerentes de las empresas se suponen actúan racionalmente en beneficio de la empresa, pero los trabajadores de ella actúan irracionalmente en beneficio propio.

Pero las empresas son consumidores de otras empresas proveedoras, y los gerentes son trabajadores para el directorio. Hay algo extraño entonces en la premisa de que la racionalidad es algo universal. Estas suposiciones no son algo que refleje una realidad objetiva, si no que más bien es algo sacado directamente de la teoría y poco práctico.

Lo importante en todo esto es de qué están compuestos los actores. Y la respuesta es personas. Las personas, y todo finalmente en este análisis, son irracionales y pocas veces es posible acertar en un juicio moral llevado a la realidad. Lo que es racional o irracional es distinto para una persona de otra, todo va a depender de la experiencia de vida y del sistema de valores que determinan su cultura (Marieke de Mooij 1998).

El marketing ataca básicamente el consumo. Teorías de antaño que atacan a las empresas como objeto del marketing tienen esa lógica superflua. Finalmente se trata de enfocar los esfuerzos de marketing en las personas reconociendo que son irracionales y tratar de empatizar con sus deseos y necesidades, más que racionalizar lo anterior.

Monday, June 09, 2008

SELF-MARKETING

Sólo sé tu mismo ®
Por: Tomás Correa


Una explicación simple, incluyendo teorías del marketing, acerca de cómo representarte cuando te das a conocer, donde la búsqueda de la felicidad se torna una presentación efectiva de TU marca.
Los avisos económicos describen resumidamente un producto que se desea vender. Personal ads son lo mismo, pero de personas que desean conseguir citas para salir de periodos largos de soledad. Algo así como venderse, requiere que en pocas palabras encantar al lector esperando que haga algún contacto para salir en una cita social y, tal vez lograr conseguir a esa persona especial que no se ha encontrado. El self-marketing es una práctica que todos realizan alguna vez, ya sea recurriendo a los ya mencionados “ads” o en toda entrevista de trabajo.
La gente en general entiende mal al marketing. Creen que se trata de modificar la realidad para hacerla más atractiva para un segmento especifico. Paralelamente, la gente actúa tratando de ser lo que otras personas quieren. Pero, ¿no se trata de ser valiente y salir afrontando la realidad cómo es?
Lo hacemos en cada entrevista de trabajo o primera cita. ¿Acaso esas personas perfectamente representan todas las facetas de nuestro complicado multidimensional mismos? Claramente no. Pero si eres capaz de marketiarte efectivamente, no sólo debería ser un mix de tus cualidades más importantes sino también apuntar a la persona que te estas convirtiendo, a lo que serás en el futuro.
Entonces por qué el marketing personal es tan difícil. Probablemente porque la mayoría de nosotros todavía luchamos por descubrir quienes somos o qué es lo que queremos ser. Al mismo tiempo estamos tan preocupados de lo que somos no es suficiente que andamos todo el día mintiéndonos e incluso nos sentimos inseguros e infelices. Afortunadamente no tenemos que gustarle a todo el mundo, de hecho buenas prácticas de self-marketing separa a los “compradores” de los otros demandantes del espectro social. Tal vez tú me encuentras atractivo para una cita mientras otra mina no, y está bien.
Incluso en el mundo corporativo, un buen branding no se trata de exponer una fachada perfecta, sino más bien una superficialmente atractiva. Como dice Seth Godin, un experto en la materia, “buenos marketeros cuentan historias pero un producto para todos raramente alcanza a alguien”.
Si tratas de marketiarte como una persona que no eres, encontrarás a alguien que te comprará por eso, y no por ti. Desde ese punto de vista, es más facil pensar que no somos lo suficientemente buenos para ser comprados por lo que somos, cuando realmente no somos lo suficientemente buenos para ser comprados por los que pretendíamos inicialmente. Nadie sabe eso mejor que yo, algunos te amarán por las mismas razones que otros te odian.
Finalmente, el self-marketing no se trata de mentir o esconder partes de ti. Se trata de enfatizar la esencia de tu persona de una manera más concisa y honesta posible.